Lee nuestro Informe Anual y Finanzas del año 2017. Descubre las actividades y momentos más importantes de nuestros tres programas: Permacultura, Educación Intercultural y Derechos Humanos y de la Naturaleza.
Carta de la Directora
Cuando era una adolescente, tenía un póster de una profecía de la tribu Nativo-Americana Cree colgada sobre mi cama, a lado de un póster de Leonardo DiCaprio en la famosa película “Titanic”. La profecía dice así:
“Cuando el último árbol sea talado, el último pez pescado, el último río envenenado, sólo entonces nos daremos cuenta de que no podemos comer dinero.”
Recuerdo que mis amigos se burlaban de mí, me llamaban pacifista, niña exploradora perdida, hippie. Y sin embargo, aquí, me encuentro concluyendo un ciclo perfecto de nueve años en la Amazonía peruana, levantándome junto a los pueblos indígenas para defender sus derechos. Después de todo, Leonardo colgado a un lado de la profecía Cree, quizá, no era coincidencia: el famoso actor ha asumido un papel importante como activista defensor de los derechos de los indígenas y de la naturaleza. Estamos felices de haber arrancado el 2017 con su retweet y regram de una foto extraída de Chaikuni con una mujer indígena en la primera línea.
Me siento honrada pues estos nueve años han sido como vivir un sueño: estando al servicio de grupos vulnerables y de la Pachamama (Madre Tierra).
En los últimos años, una profunda conexión con las plantas maestras ha sido la clave del trabajo y visión de Chaikuni. Agradecemos especialmente a nuestro aliado The Temple Of The Way Of The Light, un importante centro de plantas medicinales tradicionales en la región, que otorga oportunidades constantes para crecer y trascender.
A lo largo del año pasado, la crisis política de Perú parece una telenovela: escándalos de corrupción, dramas familiares y juegos de poder nunca antes vistos, por lo cual defender los derechos de los grupos vulnerables se ha vuelto aún más complicado. Un grupo que llamó especial atención en el 2017, fueron las mujeres peruanas que marcharon por las calles proclamando “Ni Una Menos” (refiriéndose a los casos de feminicidio): las estadísticas de violencia hacia las mujeres y, en particular, mujeres y niñas indígenas, era exorbitante. Chaikuni se dispuso a trabajar con nuestras estudiantes indígenas y organizar “círculos de mujeres” para hablar de su propia realidad de violencia, abuso y discriminación mientras viven en la ciudad, persiguiendo su sueño de convertirse en profesionales al servicio de sus comunidades. Hoy, más que nunca, estoy convencida de que nuestra misión continúa: empoderar a la población local e indígena de la región en su proceso para dirigir el cambio social.
Como Chaikunis, nos levantamos fuertes en solidaridad. Gracias por levantarte con nosotros.
Con Amor, desde el Corazón de la Amazonía peruana,
Sarah Kerremans
Directora Ejecutiva