«El río es una madre»: 4 mujeres indígenas protectoras del agua de la Amazonía peruana

Por Sophia Pinchetti,

5 minutos de lectura

Los ríos son vida para los pueblos amazónicos. En la región de Loreto en la selva amazónica de Perú, casi medio siglo de explotación petrolera irresponsable ha dejado ríos, quebradas, cochas y lagunas contaminados con metales pesados. Los pueblos indígenas siguen exigiendo el respeto de sus derechos, como el derecho fundamental al agua.

Aunque las mujeres siempre han estado presentes en las resistencias socio-ambientales contra los proyectos extractivos en la Amazonía peruana, sus luchas no siempre han sido visibilizadas. Sus voces rara vez se escuchan en reuniones con el estado y las mujeres carecen de representación en el liderazgo de las organizaciones indígenas. Ser mujer, pobre e indígena es una triple discriminación, lo que significa que las mujeres indígenas están sujetas a “situaciones de violencia, discriminación e inseguridad alimentaria”, declaró recientemente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Hoy en el Día Internacional de la Mujer, y todos los días, celebramos las voces de las mujeres indígenas que están defendiendo sus territorios y comunidades. En esta serie de retratos, presentamos a cuatro mujeres indígenas inspiradoras y valientes que hablan sobre la importancia de proteger el agua y el río. Originarios de la cuenca del río Marañón, estas mujeres provienen de comunidades afectadas por los derrames de petróleo del corroído Oleoducto Nor Peruano construido en 1977. Décadas de derrames han creado un ambiente tóxico en lo que una vez fueron ríos y selvas prístinas. En alianza con pueblos indígenas de otras cuencas afectadas como Corrientes, Pastaza, Chambira y Tigre, estas mujeres son parte del movimiento que exige justicia mediante una agenda que incluye un estudio independiente del oleoducto, la remediación integral de los lotes petroleros 192 y 8 y una Comisión de la Verdad, por ejemplo.

Ruta del Oleoducto norperuano. Foto: Sophia Pinchetti.

Las mujeres indígenas dedican mucho tiempo a la gestión de las tierras y los recursos de los pueblos indígenas no solo para actividades de medios de subsistencia, sino también para prácticas culturales y espirituales. En América Latina, desde Ecuador hasta Guatemala y México, las mujeres indígenas se organizan cada vez más y toman roles de liderazgo para proteger sus territorios y sacar a la luz los estrechos vínculos entre extractivismo y patriarcado. Sin embargo, en la Amazonía peruana, el liderazgo de las mujeres indígenas aún está rezagado. Las mujeres deben ser empoderadas y contar con el apoyo y el espacio para asumir roles de liderazgo y amplificar sus voces.

Maria Shunia Pirco de la Comunidad Nativa Kukama de Roca Fuerte, Río Marañón.
“El agua es nuestra vida, tenemos que proteger el agua. Nosotros, los Pueblos Indígenas, estamos tomando agua contaminada, nos enfermamos, morimos. Cuantos niños se están muriéndose porque el agua es contaminada. Y los pescados. Todo es contaminado. Por eso estamos acá pidiendo solución. Quisiera avanzar todo mas adelante, que el estado nos den agua buena. No tenemos agua para poder vivir bien.” - Maria Shunia Pirco Comunidad Nativa Kukama de Roca Fuerte, Río Marañón

Flor de María Paraná de la Comunidad Nativa Kukama de Cuninico, Río Marañón.

El agua lo utilizamos todos los días – cocinamos, lavamos, tomamos, y por eso el agua es lo mas importante en la vida para seres humanos. Cuando teníamos agua limpia para tomar, pescado sano para comer, no le molestamos al estado porque nosotros teníamos suficiente alimentación, agua limpia para tomar. Tenemos quebradas y cochas en nuestra comunidades que eran como un mercado pero ya son contaminadas. Ya no sirven para comer alimentos suficiente. Ya los peces son flacos, bajos de substancia. El estado tiene que atendernos inmediatamente con agua y alimentación. Nosotros, comunidades nativas, estamos en una necesidad. El estado tiene que resolver los derrames y cuidar la tubería para que no ocurra esto, para que no nos siga perjudicando a las comunidades nativas. Estamos presionando porque todavía no asegura la tubería. Esa es debido a la irresponsabilidad del estado y de la empresa Petroperú.” - Flor de María Paraná de la Comunidad Nativa Kukama de Cuninico, Río Marañón

Ines Vazquez Ramirez de la Comunidad Nativa Kukama de San Roque, Río Marañón.
“El agua es muy importante porque del agua vivimos. Nuestras aguas son contaminadas por la empresa Pluspetrol, estamos muy tristes. Con esta agua nuestros niños se estan moriendonse. Ya no tenemos pescado, ni en el río ni en las cochas. Constantamente hay derrames de petróleo. Todos los días, por más que purificamos el agua, por más que lo tratamos, no es apto para el consumo humano. Estamos ingiriendo metales pesados, como plombo. Si no hay salud, no hay vida. Pido al estado que nos atienda con agua tratada y víveres para estos niños que son desnutridos en nuestras comunidades. El estado no nos hace caso. Por eso nos hemos parado de nuevo, en este caso si no nos vuelven a attender, vamos a parar con mas fuerza ya. Va haber un paro indefinido.” - Ines Vazquez Ramirez de la Comunidad Nativa Kukama de San Roque, Río Marañón

Agnita Saboya de la Comunidad Nativa Kukama de Cuninico, Río Marañón
“El río es un fuente de vida. Sin este río, sin agua, no podemos vivir. Como madre, reclamo primeramente que la prioridad sea el agua, porque es contaminado. Antes vivíamos en una comunidad bien atendida, con toda nuestra naturaleza, nos teníamos ningún dificultad como ahora. Ahora nos levantamos a la 1 o 2 de la mañana cuando llueve, para recoger el agua porque si no, no tenemos con que cocinar. Que pena es para nosotros y que tristeza es cuando no llueve. Es culpa del estado porque nosotros verdaderamente necesitamos apoyo. Hasta ahora no vemos ningún resultado. Como Pueblos Indígenas, somos seres humanos como ellos son. Necesitamos respeto, tenemos un derecho a la vida, al agua, a la alimentación, y a la salud.” - Agnita Saboya de la Comunidad Nativa Kukama de Cuninico, Río Marañón