Los Onanyabo en acción

Por Panshin Nima,

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A lo largo de la pandemia del COVID, el Instituto Chaikuni ha realizado grandes esfuerzos para ayudar a las comunidades indígenas a hacer frente a los impactos del coronavirus. Uno de los proyectos que pudimos apoyar y que nos entusiasma particularmente, es la iniciativa de la asociación de Shipibo Onanyabo (curanderos), ASOMASHK. La iniciativa Onanyabo en Acción se propuso visitar las comunidades Shipibo y ofrecer tratamiento gratuito a base de plantas y tratamientos sanadores a los pacientes (COVID y con otras afecciones) de acuerdo con la práctica tradicional Shipibo. Además de las visitas, los curanderos shipibo también participaron en un programa de radio semanal para crear conciencia sobre su proyecto y sobre la cultura Shipibo y las tradiciones curativas. En este breve artículo, el presidente de ASOMASHK, Walter Ramiro López López (Panshin Nima), nos brinda sus pensamientos y percepciones sobre esta importante iniciativa.

Los shipibo onanyabo, hombres y mujeres, trabajan juntos por su pueblo. Crédito: Panshin Nima.

La importancia de los Onanyabo como soporte social comunitario durante la crisis COVID19.

Los Onanyabo somos los maestros curanderos de la etnia shipiba. Como líderes ancestrales de nuestro pueblo hemos enfrentado al coronavirus bajo la iniciativa de los Onanyabo en Acción. Si bien este es un momento trágico, la pandemia nos ha hecho ser conscientes de que solo juntos y conectados podremos sobrevivir.

Dicho sentimiento de unidad y conexión lo vivimos cuando visitamos las siguientes 8 comunidades pertenecientes a la jurisdicción de Yarinacocha (Región de Ucayali, provincia Coronel Portillo): Puerto Firmeza, Santa Clara, Nuevo Egipto, San Francisco, San Salvador, Santa Teresita, San Juan de km. 13 y Victoria Gracia.

La "soplada" es una técnica ancestral que consiste en el soplo de energía de una planta medicinal. Crédito: Panshin Nima.

De estas 8 comunidades visitadas, aproximadamente, 300 personas entre niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos fueron atendidos y tratados, de acuerdo a sus problemas de salud, con las medicinas ancestrales y convencionales. Entre las técnicas más conocidas tenemos a los masajes, los soplos, la succión, las pastillas, la inyección, entre otras.

La labor social indígena involucró hasta 25 Onanyabo, entre maestras y maestros de los casi 140 socios que tiene la ASOMASHK, asociación que congrega a los sabios shipibos a nivel nacional.

Las maestras shipibas usan técnicas ancestrales de sanación. Photo credit: Panshin Nima.

El impacto que causamos en las comunidades con estas visitas no ha tenido precedente. Nunca habían visto semejante movilización de tantos maestros indígenas juntos bajo un mismo objetivo: sanar a su pueblo ante una amenaza desconocida. Nunca se había presenciado a tantos maestros juntos por parte de algunas organizaciones indígenas, ni por parte del mismo Gobierno de nuestro país.

Esta iniciativa de los Onayabo también ha despertado el interés de otras comunidades que quieren y necesitan ser visitados, atendidos y tratados de sus necesidades de salud en cada comunidad. Aún permanecen muchos enfermos en nuestro pueblo, por eso es importante que esta iniciativa de los Onanyabo en Acción que se emprendió, continúe.

Las maestras shipibas Onanyabo en acción. Photo credit: Panshin Nima.

La importancia de una radio comunitaria

Otro factor importante que ha ayudado a los maestros shipibo-konibo en su labor de ayuda a su pueblo es tener un programa radial, el cual, bajo una estructurada orientación cultural, ha virado la vista del pueblo entero hacia sus orígenes. Con esta primera fase de la radio hemos creamos mucho interés de la población. Cada programa nos hacía o hace sentir como si despertáramos de un sueño que nos habíamos olvidado hace muchos años.

Por esta razón es muy importante la comunicación, ¡qué mejor que seguir teniendo la permanencia de un programa radial! Porque nos hemos dado cuenta también que el mejor medio de comunicación que llega a las comunidades es la radio. 

Las mujeres shipiba Onanyabo tomaron un rol activo en la campaña de sanación a su pueblo. Crédito: Panshin Nima.