Desde 2012 investigamos y recuperamos métodos de producción regenerativos y saludables y formas armoniosas de interactuar con el medio ambiente que se fueron perdiendo con la llegada del actual modelo de desarrollo industrial. Aprendemos de las prácticas ancestrales de agricultura forestal de las comunidades amazónicas, a las que añadimos nuestra propia investigación en permacultura. Luego, compartimos, discutimos y aplicamos los hallazgos para promover alternativas sostenibles a la práctica generalizada de monocultivos que agotan el suelo. Sugerimos soluciones comunitarias prácticas y ecológicas que desarrollamos y experimentamos en nuestro Programa de Permacultura a las comunidades amazónicas con las que trabajamos, aumentando recíprocamente nuestros conocimientos.
En este contexto, a mediados del mes de agosto, un grupo de comunidades Kukama y Shawi participaron durante cinco días de un Taller de Introducción a la Permacultura y Agroforestería Amazónica como preparación para la instalación de chacras integrales – un sistema agroforestal diverso y productivo – en sus comunidades. Así, a inicios de septiembre, nuestro equipo viajó a la comunidad Kukama de Tangarana, ubicada a orillas del río Marañón, para brindarles apoyo para la instalación de su propio sistema agroforestal de chacra integral, basada en sus propios conocimientos agrícolas y las técnicas que aprendieron en nuestro el taller de cinco días.
En conjunto con el equipo de Chaikuni, la comunidad de Tangarana trabajó durante cinco días, comenzando por la elección del espacio ideal para la chacra. Juntos, luego prepararon el terreno para la siembra, seleccionando los árboles maderables, frutales y plantas medicinales que se sembrarían: caobas, cedros, ungurahuis, ayahuascas, copaibas, cacaos, copoazús, guanábanas y limones, fueron algunas de las especies elegidas por los comuneros. Estos diferentes cultivos tienen diferentes tiempos de producción y crecimiento, lo cual maximiza la producción y genera variedad de cosechas durante el año y a lo largo de los años.
Nuestro diversos sistema agroforestal aboga por no quemar la vegetación cortada y ofrece una alternativa real a los monocultivos, a diferencia de la práctica de tala y quema más extendida en la Amazonía. Asimismo, la selección y preservación de plantas existentes permite aprovechar los recursos presentes en el bosque. Para Segundo Reátegui, presidente de la comunidad de Tangarana, esto representa un cambio importante, “Bueno, aquí tradicionalmente nosotros tenemos la costumbre que cuando tú haces una chacra, ya sea para platanal, para yucal o para maizal, tú le rozas, le tumbas todito el árbol. Sea maderable, tú le tumbas, pero ahora veo una diferencia, que la chacra que estamos haciendo hasta no se le quiere cortar las guavillas. Anteriormente tú hacías una chacra y tumbas todo, y queda limpio. Y acá le veo que… y eso es cierto, cuando digo uno tiene que tomar consciencia porque más hablando lo que se llama el sacha jergón, eso es un remedio. Si nosotros sabemos pensar tendríamos en nuestra chacra cantidad ¿no? Cuando hacemos chacra le cortamos, pero un momento cuando tú necesitas para un remedio ya no le hayas”.
Al estar inspirado en la permacultura, que, en general, está inspirada también en las tradiciones ancestrales y formas de visa sostenibles alrededor del mundo, las chacras integrales respetan el equilibro de todas las formas de vida presentes en la naturaleza, tratando de imitar los sistemas naturales del bosque tropical. Dentro de este sistema, promover el cuidado de las abejas nativas es importante en la medida que, al desempeñar el rol de polinizadoras, contribuyen a recuperar el bosque y aumentar la productividad de los cultivos. Asimismo, su miel contribuye a generar recursos económicos para las familias, a la vez que es utilizada como medicina. En el instituto Chaikuni producimos miel de abejas nativas sin aguijón y de manera regular ofrecemos talleres a las comunidades locales.
Como afirma Segundo, las abejas son un recurso necesario que van a comenzar a cuidar, “porque acá pues, señorita, cuando tú hallas un nido de colmena, por ahí por el monte, lo tumbas, le sacas su miel. Las abejas se mueren y quedan unos cuantitos, le llevas su miel nomas, pero no sabes que tú mismo te estás perjudicando porque esa abeja se va a retirar a otro lugar. Cambia mi manera de pensar porque ahora que tengo ese nido, pues yo le tengo que criar porque mañana más tarde voy a necesitar también de eso”.
El pueblo Kukama, al igual que muchos otros pueblos indígenas, ha sufrido la pérdida de sus modos de vida y conocimientos tradicionales producto de la globalización y del extractivismo. Ante esta realidad, recuperar y promover prácticas indígenas de producción y agricultura sostenibles es cada vez más urgente para comenzar a migrar hacia modelos saludables y sostenibles de interactuar con el medio ambiente que, al mismo tiempo, se traduzcan en soberanía alimentaria y mayor solidez financiera para las familias.
Esperamos que esta primera experiencia en Tangarana sea sólo el inicio de un trabajo conjunto con las comunidades Kukama que pertenecen a Huaynakana Kamatahuara Kana, nuestra organización aliada liderada por mujeres indígenas Kukama. Mantenemos nuestro compromiso de trabajar con las comunidades locales para crear un movimiento que regenere y proteja la Amazonía.