Como en todo, en la historia de estos jóvenes indígenas emprendedores se entrecruzan momentos de alegría y de aprendizaje, de indignación y de satisfacción, que han tenido que afrontar y les han permitido crecer.
En esta segunda edición de #historiasdejovenesindigenas te contamos el lado B de la historia de emprendimiento de Yaas contada, esta vez, por Euner Kajekui, estudiante de negocios internacionales y turismo que ha tenido un rol importante en el crecimiento de este emprendimiento.
Euner se incorporó al equipo de Yaas cuando Felicino le pidió apoyo para que su emprendimiento tenga presencia en redes sociales, “Felicino una vez me dice que le ayude a crear y publicar la página (de Yaas) […] De ahí con me junté más con Feli, dejé de lado a otros amigos con los que me juntaba para ir a jugar y empecé a trabajar con él”. Así, él comenzó a tomar fotos de los productos, pedir a sus compañeras que modelen e implementar un sistema de ventas a través de las redes sociales. Justo lo que Felicino necesitaba. “Le comenté que en la página debe hacer ventas, que sus clientes le visiten, le hagan pedidos y le encantó la idea”. Además de las redes sociales, el trabajo de Euner ha sido importante para recopilar información sobre los clientes relacionada a sus productos. “Hemos hecho una observación de los clientes, qué collares les gustaban y hemos empezado a elaborar más de esos. Feli hacía, pero no sabía cómo potencializar un producto, entonces yo le dije “este collar es lo que más nos compran y esto es lo que debemos elaborar más” y así vamos mejorando”.
Con el tiempo, comenzaron a asistir a ferias y otros eventos a vender sus productos, lo cual les permitió comenzar a tener visibilidad y ser contactados por Ministerios y otras instituciones que se sienten atraídos por su historia. En una oportunidad, pudieron conocer a la actriz peruana Mayela Lloclla, “me dijo que no pensaba que nosotros éramos de un pueblo indígena. Se sorprendió cuando hablé y nos invitó a verla en el hotel donde se estaba alojando. Fuimos a visitarla llevando nuestros collares, le dijimos que nos ayude a publicitar y hemos podido conseguir más seguidores”.
En la actualidad, Yaas cuenta con un sistema de ventas que les permite coordinar ventas por WhatsApp, a donde se llega haciendo un click desde sus perfiles de Instagram y Facebook, recibir pagos en sus cuentas bancarias y entregar factura. Asimismo, se les puede encontrar en el Registro Nacional de Artesanos y ahorran sus ingresos en un banco.
Sin embargo, tampoco han sido ajenos a los estereotipos o a las personas que no valoran el trabajo que realizan. “Por ejemplo, uno de nuestros paisanos nos dijo que este trabajo era para las mujeres. Este estereotipo como que nos deja un poquito mal a nosotros, pero yo creo que es un arte y Feli lo hace con mucha dedicación”. A pesar de que hacer uno de sus collares puede demorar entre 1 y 4 días, no siempre las personas están dispuestas a pagar lo que vale. “Imagínate que algunos clientes nos decían que eso costaba menos, que en otro sitio vendían a precio más bajo. […] Yo en algunas ocasiones he podido hacer entender a los clientes y a otros simplemente dejarlos porque en el tema de la artesanía muchas veces no valoran el esfuerzo que se pone” y, en ocasiones, han presenciado cómo artesanos venden sus productos a bajo precio por presión de los clientes, “quizás los pueblos indígenas no hemos entendido el esfuerzo que le estamos poniendo. Yo me he encontrado con clientes que explotaban a los artesanos, lo que nosotros vendemos a S/.60 querían bajar a S/.20. Esa señora que compra a S/20, en su tienda lo va a vender a S/.70 - S/.80, osea, ella gana más y a mí me está explotando”.
A nivel personal, formar parte de “Yaas” le ha ayudado a ser más paciente y vencer sus miedos, y está comprometido a seguir trabajando.
“Tienes que tener bastante paciencia, porque en si yo soy un poquito desesperado cuando se me enredan los hilos y entonces a veces le decía “pero ya no puedo” y ya le dejaba, me iba ya, voy a comer, me iba, pero estoy viendo que está haciendo bien bonito, él ni le enredaba y si se enredaba lo desataba bien bonito. Tanta paciencia y empecé a hacer pulseras y todo eso”
“Yo primeramente tenía vergüenza de estar ante el público, van a venir mis compañeros, otros señores y estaba un poquito que… no tenía vergüenza de vender, sino que no tanto me había expresado así a ofrecer un producto y entonces tenía miedo, de qué tal me equivoque”
Al futuro, se proyectan continuar trabajando para que se revalorice su cultura, “todo lo que estamos haciendo lo estamos haciendo en el sentido de rescatar nuestra cultura, valorar nuestras costumbres, y lo diseños y accesorios de nuestras madres awajún” y que el crecimiento de Yaas pueda llegar a sus comunidades también. “Estamos organizando en viajar a nuestras comunidades en vacaciones a comprar más semillas naturales de nuestra tierra para confeccionar más”.
Con una actitud positiva, enfrentan las situaciones difíciles que han tenido que pasar y agradecen tener a personas que les ayudan a seguir mejorando. “Yo, sinceramente, no doy importancia a los comentarios pésimos y machistas. Más bien hemos dicho con Feli que vamos a trabajar más, a vender más, a emprender más. Estoy muy agradecido por todo lo que vamos trabajando, por todas las personas que nos colaboraron, que nos han dicho palabras tan bonitas y sinceras para nosotros poder mejorar. Cada orientación, cada recomendación que nos está dando nosotros le consideramos con mucho aprecio y podemos ponerle en práctica. Hemos podido recibir algunas felicitaciones, algunas palabras de nuestro pueblo, nuestros padres y estamos proyectando de aquí a 5 años ver que Yaas es un emprendimiento de artesanías muy conocido”
Creemos en la educación intercultural como un medio para crear una sociedad inclusiva, diversa y equitativa que honre y celebre las culturas e identidades que las constituyen. Desde el 2014, trabajamos en alianza con la OEPIAP brindándoles soporte con el objetivo principal de contribuir a un mejor acceso a la educación superior y a unas condiciones de vida saludables para los estudiantes indígenas en la ciudad de Iquitos.
Los invitamos a seguir a Yass en Facebook e Instagram y apoyar esta historia de emprendimiento.