Los jóvenes estudiantes indígenas son los futuros líderes de la Amazonía. Sin embargo, se enfrentan a muchos obstáculos que van desde tener que adaptarse a una cultura diferente lejos de sus familias, hasta la discriminación y racismo cotidianos e imperantes en nuestra sociedad. No obstante, a pesar de estas dificultades hay historias que son muestra del potencial, resiliencia y creatividad de muchos de estos jóvenes.
En esta primera edición de #historiasdejóvenesindígenas te contamos sobre Felicino, un estudiante indígena awajún que ha encontrado en la artesanía tradicional el soporte de otros compañeros y una forma de generar ingresos económicos.
Felicino tiene 32 años y pertenece a la comunidad de Yutupis, provincia de Condorcanqui, Región Amazonas. Actualmente, se encuentra cursando el último año de enfermería técnica.Aunque pareciera ser un joven tímido y reservado, es el fundador de “Yaas” – un emprendimiento que se ha convertido en su pasión, “actualmente estoy acá por el tema del estudio, pero no sólo me dedico al estudio. También estoy emprendiendo, haciendo aretes, collares, a base de mi cultura”. Para el pueblo awajún, la artesanía es parte de su cultura. “Este collar huayruro usan las madres luchadoras, mujeres que son líderes para hacer protesta. Eso normalmente usan las líderes. Los varones también usan”.
Su historia no es diferente a la de muchos otros estudiantes universitarios indígenas que viven en nuestra ruidosa ciudad de Iquitos: cumplir su sueño de acceder a una educación superior para ayudar a su familia en su comunidad. Aunque ser parte de la OEPIAP (la Organización de Estudiantes Indígenas de la Amazonía Peruana) le ayuda a cubrir algunas necesidades básicas, hay gastos adicionales relacionados a sus estudios y transporte que le es difícil de cubrir.
“No quería estar esperando a mis hermanos, mis familiares, a que me envíen algo, ¿no?”, dice mientras comienza a contar cómo comenzó a emprender. “Acá una amiga vendía sus aretes, pulseras, todo ¿no? y ahí he visto que estaba sacando una platita. Y yo también empecé a hacer porque necesitaba”. Así es cómo él y otro compañero awajún decidieron fundar “Yaas”, un nombre que Felicino eligió ya que hace referencia a una fruta amazónica llamada “caimito”, conocida por ser la preferida de las mujeres awajún cuando están embarazadas. Al igual que la fruta, Felicino y su socio esperaban que a todas las mujeres les gustara su artesanía.
Él aprendió de su madre y mirando videos de youtube y, desde que comenzó, se convirtió en su pasión. “Había empezado solito. Hacía desde las 6 ó 7 de la mañana hasta las 12 o las 2 de la noche. Me gustaba. No tenía sueño, nada”. Ahora cuenta con el apoyo de otros cuatro compañeros awajún quienes también han encontrado en la artesanía una forma de generar ingresos económicos. Euner, un estudiante de Negocios Internacionales y Turismo, ha sido de mucha ayuda para la presencia y crecimiento de Yass en redes sociales.
El sueño de Felicino es ver que su artesanía se vende en tiendas y mira su negocio con esperanza. “No tengo muchos ahorros. Estoy trabajando, pero siento que sí estoy creciendo. Crece mi negocio. Antes tenía poquito nomás, pero ahora ya tengo más. También tengo bastantes collares que estoy haciendo. Me gustaría tener tienda, quiero tener tienda para vender y decir que estoy vendiendo collares awajún”.
Nosotros estamos convencidos del enorme potencial de estos jóvenes y confiamos en que con su esfuerzo y trabajo continuarán creciendo.
Creemos en la educación intercultural como un medio para crear una sociedad inclusiva, diversa y equitativa que honre y celebre las culturas e identidades que las constituyen. Desde el 2014, trabajamos en alianza con la OEPIAP brindándoles soporte con el objetivo principal de contribuir a un mejor acceso a la educación superior y a unas condiciones de vida saludables para los estudiantes indígenas en la ciudad de Iquitos.
Los invitamos a seguir a Yass en Facebook e Instagram y apoyar esta historia de emprendimiento.